miércoles, 23 de septiembre de 2009

Capitulo 17 - Todo tiene su Fin (incluso las maldiciones)

Sé que la culpa os acosa
Y os susurra al oído: “pude hacer más”
No hay nada que reprochar
Ya no hay demonios
En el fondo del cristal
Y sólo debo
Todos los besos que no te di

Desde mi cielo
Os arroparé en la noche
Y os acunaré en los sueños
Y espantaré todos los miedos
Desde mi cielo
Os esperaré escribiendo
No estoy solo pues Me cuidan
La libertad y la esperanza


Yo nunca os olvidaré
(*)


Muy lentamente mi consciencia comenzó a dispersarse... ya no sabía, ya no quería saber... vi a los eternos entrenadores, en sus casas, prestos a enseñar a quien se propusiera aprender las artes de la guerra, vi a aquellos que dedicaban su vida a defender al reino, a los suyos, vi familias de elfos, de uthgars... vi elfas oscuras llorar en la soledad del desierto. Vi el cielo, brillante, azul... eterno.

Me deje llevar, deje que mi esencia se hiciera una con el universo, dejé que la muerte tomara lo que necesitara, deje que la vida que me fue prestada fuera devuelta a su dueña, la tierra. Y una vez más, vi lo que ocurría en el lugar donde estaba el que una vez fue mi cuerpo...

- revívelo, por favor, tu puedes hacerlo, revívelo, te lo suplico!

- lo siento - respondió tristemente Anyelis, a Meylin - no puedo revivirlo, el dio su vida voluntariamente... no puedo revivir a quien uso un hechizo de sumisión vital...

- pero él no debía hacer eso! - respondió la pequeña bruja, sollozando - debía haber otro modo! esto no puede ser así!

Rajemus que había visto lo que había pasado se acerco a Climene, le dijo algo, camino hacia mi cuerpo, toco sus ojos, mis ojos y se alejo lentamente...

La joven semi elfa se acerco y abrazó a Anyelis.

- lo voy a extrañar... dentro de todo, era un buen amigo...

- era mi hermano, era mi vida, era parte de mi ser... - la conjuradora se detuvo al recordarlo y se sentó en la yerba, cerro sus ojos y pude, de nuevo, sentir su mano en mi hombro.

- Ya te extrañaba Any - le dije a modo de saludo.

- BEL!!!!!!!!!!!!!!!!!! Querido!!!!!!!!!!!!!!!! Perdona, no debí enseñarte ese conjuro, perdona!!!

- era la mejor manera, una vida a cambio de librar al mundo de ese mal, bien lo vale...

- pero y nosotros? te extrañaremos - la expresión de la conjuradora era triste.

Algo que pude notar es que Anyelis estaba cada vez más viva, sus ojos más expresivos, aun cuando se despidió por última vez de su demonio, su llanto era muy diferente a como había sido antes... tal parecía que había encontrado su lugar en el mundo.

- ustedes estarán bien, no me necesitan para vivir, y yo siempre estaré con ustedes... viviré cada vez que me recuerden. Me sigue pareciendo un buen negocio.

No tenia rostro, pero hubiera sonreído, una vez libre de las ataduras del mundo, no hay nada más que felicidad... y libertad!

- debes seguir tu camino, Bel... no es para nada malo... quizás algún día te veamos de nuevo... y quizás, solo quizás... estaremos ahí para compartir mucho de lo que no pudimos antes...

- lo se... nos vemos...

Mi consciencia abandono el lugar en el que estaban mis compañeras... y se elevo a planos superiores de la existencia... allí donde el ojo del hombre común no puede llegar, allí donde solo alcanza a llegar la imaginación de los sabios... o del niño más inocente...

De camino vi una bruja de cabello rosa... seguía llevando su herida, seguía ciega... y seguía buscando una manera de ser feliz en su necedad... pobre de ella.

Sin embargo mi camino llegaba más adelante... aun lado vi lo que parecía una capilla... dentro había una luz roja, muy brillante y en la puerta decía "Aquí habita Kirk, un demonio libre"

Supuse que a Anyelis le gustaría ve eso, de nuevo una sonrisa no expresada... intuí que eso de estar muerto es lo que te da ese rostro tan inexpresivo... aunque no te saca para nada tu sentido del humor... una carcajada que nunca sonaría...

Llegue a lo que parecía ser un puerto, pero sin agua, ni barcos... había un lugar cómodo para sentarse, a esperar...

Me acerque a una elfa, se veía joven, era rubia de ojos extraños, algo así como lilas... bonitos.

- hola... oye me puedo quedar acá... tal parece que debemos esperar...

- así es... yo llegue hace poco jijiji... cómo te llamas?

- Belnazzar, y tú?

- Liles - dijo con una sonrisa, de esas que no se veían, pero podía sentirla - yo espero a que me asignen una nueva vida, volveré después de tanto tiempo!

- bien! felicitaciones... yo llegue recién... no sé que me tocara...

- eso lo decides vos... si te quedas acá es porque quieres... siempre puedes volver...

- entonces creo que volveré... alguna vez, mientras tanto estaré acá, esperando, añorando...

Entre en un estado de reposo, todo se desvaneció. Y me encontré sentado frente a una caja que emitía luz... me cegaba un poco ya que me encontraba en una habitación totalmente a oscuras... tenía una especie de cristales en mis ojos, pero veía mal si me los sacaba, así que los deje... me levante... con un movimiento de mi mano había luz en la habitación... un pequeño sol en el techo...

Camine un poco, era un mundo bastante raro, decidí explorarlo un poco... quizás este mundo tan extraño, guardaba nuevas sorpresas para mi...

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* Fragmentos de la canción "desde mi cielo" de mago de Oz.

domingo, 20 de septiembre de 2009

Capitulo 16 - Los recuerdos prevalecen.

Quizás esperarían más de lo que pensábamos todos... quizás, no deberían esperar mucho más...

desperté, el sol iluminaba el muelle, de nuevo el aroma de Doshim al amanecer, tantos recuerdos... una lagrima se aventuro a recorrer mi mejilla, para ser asesinada por el torso de mi mano... como es que me había vuelto tan duro con el mundo y conmigo mismo?

Me acerqué a Rajemus, dormía cual infante, soñando quizás, con cosas que yo había tenido, y perdido...

"Basta" me dije. No era momento de mirar atrás, la misión casi terminaba, luego seria libre...

Recordé la fecha, era el día 16 del segundo mes de otoño, nada importante que recordar, pero sin querer pensé en la torre destruida en la isla del lago de Arvanna, en medio del bosque del otoño eterno... añore los días en que feliz recorría la playa del lago, practicando mis entonces torpes habilidades con cuanto animal se me pasara en frente...

El guardia se asomo a través de los barrotes de la celda.

- pueden salir - dijo - espero que se lo piensen bien antes de armar mas escándalos en el pueblo.

Me limite a gruñir suavemente a modo de asentimiento, toque a Rajemus y se despertó de un salto

- AH!!! RAJEMUS!!!!

- tranquilo muchacho, nos vamos... no pasa nada.

- ah! perrrdon, me he asustado un poco - Respondió

No pude reprimir una leve sonrisa, que se borro casi de inmediato, salimos, respiramos la brisa salada que soplaba desde el mar, teníamos cosas por hacer, mire a Rajemus.

-Sígueme muchacho, te llevare con una amiga.

Camino obedientemente atrás de mí, cruzamos un puente y llegamos a casa de la entrenadora de cazadores, lugar donde planeaba dejar a Rajemus por unos días para que perfeccionara sus Habilidades.

Amanyar acababa de levantarse...

- Belnazzar!!!!!!!!! Cuanto tiempo! no te veía desde esa vez que te pedí unos aguijones de avispas para forzar un cruce entre ellas jejeje

- sí, je, lo recuerdo, funciono eso?

- Naaaaaa. Al parecer las avispas verdes se comen las amarillas pero bueee, al menos practicaste un poco tus disparos jeje.

Sonreí, de nuevo recuerdos...

- y cuéntame, que te trae por acá de nuevo? no tengo misiones para ti ya, y creo que no tengo mucho para enseñarte...

- no a mi - le dije - pero este muchacho es cazador... me gustaría que le hicieras un pequeño examen y si no te molesta, podríamos dejarlo acá unos días, practicando lo que se necesita para ser buen cazador, no crees?

- no me molesta. Cómo te llamas? - dijo, dirigiéndose a Rajemus.

- Mi amigo Belnazzarr me dice Rajemus, crreo que así me llamo jajajaja.

- le decimos Rajemus como nombre de pila - expliqué - grita eso cuando se asusta.

- ah! ya veo - dijo mirándolo, un poco maternal - ven, hagamos algo sencillo. Puedes domar un lobo?

- un lobo? clarrro que puedo! mi compañerrro siemprrre fue un ciclope que encontrre cerrrca del puente al pantano!

Mire a Amanyar, eso era un ciclope guerrero aprendiz... un cazador novato no podía domar esa bestia...

La vieja entrenadora me miro algo incrédula y procedió a hacerle algunas preguntas a Rajemus, luego le hizo algunos exámenes y lo llevo consigo a un prado cercano.

- quiero que traigas de nuevo a tu acompañante... un cazador sabe pactar con la naturaleza para que su mascota lo acompañe siempre...

Rajemus se quedo inmóvil, una luz brillo por unos segundos, y allí estaba a su lado, un ciclope guerrero aprendiz, tenia tatuado el nombre más gracioso que había visto en mi vida...

Curramus.

Amanyar y yo, no pudimos soportar la risa, pero ella luego lo miro y le dijo:

- al parecer la velocidad es lo tuyo, anda Rajemus, muéstrame cuanto eres capaz de correr.

Al instante el muchacho se desplazaba tan rápido que en pocos segundos estaba fuera de mi alcance, y eso ya era mucho decir....

- no hay nada que yo pueda enseñarte - dijo Amanyar - todo lo que te falta es practicar mas, no hay lecciones que podamos darte... debes aprender solo y observando a otros en acción... es todo.

Se acerco a Rajemus y le dio un beso en la frente, luego se dirigió a mí.

- es un buen cazador... asegúrate de que practique.

Al parecer después de todo no debería quedarse... caminamos hacia el bosque de arvanna, Anyelis nos esperaba, junto a Climene y Meylin, sentadas junto a un árbol.

Anyelis me miró, de nuevo con pesar...

- qué pasa? - pregunté.

- Meylin despertó... pero no está bien, hay que hacer algo rápido Bel, la magia nigromante no es la mejor para traer un muerto a la vida, si no hacemos algo, ella estará condenada a ser una monstruosidad para siempre.

- y que podemos hacer?

- no lo sé, no está muerta para que yo la reviva, pero tampoco es lo que fue antes... no sé cómo manejar esto, quizás también debamos consultarlo con la elfa maldita al entregarle el medallón, ella de seguro sabe lo que debemos hacer.

- bien, vamos entonces.

- aun nos falta algo Bel... - dijo Anyelis apesadumbrada.

Recordé lo que nos habían pedido, no era solo sangre de dragón, también necesitábamos el fuego de un demonio.

- qué? - Dije - no podemos tomar un poco de fuego de tu zarkit?

- no, Bel, para entregar su fuego, debe morir...

Entendí lo que pasaba, ese era quizás el único compañero de Anyelis durante mucho tiempo, entendía lo que significaba para ella abandonarlo, pedirle su muerte.

Con mirada triste se levanto, sus ojos brillaron de nuevo y el enorme demonio se materializo entre nosotros.

Sorprendido vi como ella lo abrazaba, el demonio solo la miraba.

- Adiós Kirk... nunca te olvidare compañero mío... amigo mío...

- Adioz mi zeñora, graziaz, uzted me enzeño... a zer libre.

El demonio empezó a brillar, como si ardiera cual brasa al rojo vivo, Anyelis se separo de el...

Las llamas lo consumieron, dejando solo una pequeña gema roja, brillando en medio de la tierra calcinada por el fuego...

Anyelis lloraba desconsolada...

- adiós... viejo amigo.

Me acerque a ella y la abracé... no había palabras para consolar la pérdida de un amigo... y en definitiva no era yo el mejor para ofrecerlas.

Se incorporó despacio, secó sus lágrimas y comenzó a caminar hacia el teleportador que llevaba a zg.

Cruzamos... la elfa estaba justo al borde del acantilado, nos acercamos a ella.

- veo que tienen lo que pedí, sabía que lo conseguirían...

- si - dijo Anyelis desconsolada - nos ha costado MUCHO, pero lo tenemos... ahora solo falta el hechizo... enséñame por favor.

- ah no!, debe ser un hechizo muy poderoso... ese medallón está cargado de odio... solo un hechizo pronunciado con amor puede destruirla...

- y que podemos hacer? - dije.

Me miró, yo estaba de pie, junto a Climene, sosteniendo a Meylin con mis brazos... no pude hacer nada, lanzo una bola de energía hacia Meylin, quien dejo de respirar al instante.

- NO!!!!!!!!!!! Que has hecho!!! - grité.

- bien, ahora tu, que la amas, revívela!

Anyelis la miro incrédula

- Pero señora, Belnazzar no es conjurador, es un arquero, no sabe gran magia...

- ayúdalo entonces, pero no pierdan mucho tiempo...

La sorpresa en su mirada me indicaba que estaba tan estupefacta como yo, no nos esperábamos algo como esto...

- toma mi mano - me dijo - repite después de mi.

comenzó a recitar un cántico suave, incomprensible, pero que poco a poco fue llenando mi mente... recordé aquellos momentos vividos, recordé todo aquello que me había hecho tan feliz, y así, sin haber practicado jamás magia alguna, recite mi primer hechizo de resurrección...

Para un conjurador esto es difícil... y era claro, que yo no era mago... el gasto de energía me superó... sentí como mi cuerpo caía, sentí la yerba rozar mi cara... sentí como mis parpados, lentamente se cerraron...

Por última vez.

Un hechizo de amor, dos sacrificios y el esfuerzo y la valentía... era suficiente...

Meylin se levantó, tomo el medallón, lo baño con la sangre, lo lanzo al aire y con la gema del demonio conjuro una bola de fuego que lo hizo estallar en mil pedazos...

Luego se derrumbó...

- mi amor- dijo llorando sobre mi cadáver.


(Continuara...)




martes, 15 de septiembre de 2009

Capitulo 15 - Calabozos y Dragones.

Caminamos hasta llegar a la muralla, los guardias estaban en sus puestos, como siempre, cosa rara, ya no eran necesarios. No les prestamos atención, cruzamos hacia adentro y seguimos adelante ignorando los mercaderes que atosigaban la única entrada al reino.

- Cada día son más fastidiosos, parece, y eso que no veníamos desde hace semanas. - Dije.

- OYE TU! te vendo este arco, es largo míralo, y tiene un buen aumento de daño, te lo doy por 50 Magnanitas.

El pequeño mercader me miraba ansioso, no sabía de qué me hablaba. Yo solo sabía comprar con oro,

- magnanitas? que es eso?

El pequeño viejo rió y se alejo, burlándose.

Detuve a un guerrero Joven que se acercaba desde Raeraia, y le dije, oye, me explicas que es eso de las magnanitas?

- son rocas mágicas señor, tienen muchas propiedades y sirven para fabricar armas muy poderosas, las descubrimos hace poco.

- y las usan como moneda corriente ahora?

- así es, señor, el oro solo sirve con los mercaderes comunes, esta gente comercia con magnanitas.

- ah, ya veo, bien muchas gracias... cómo te llamas?

- mis amigos me dicen el barbero - dijo, sonriendo, mientras cruzaba hacia la zona de guerra... obviamente era un bárbaro.

Seguimos hacia el valle de arvanna, pasamos por un costado de Raeraia, Rajemus parecía emocionado de ver una ciudad syrtense.

- oh! esto ess muy diferrrente de Alsius! - dijo, manejando rudimentariamente nuestro lenguaje y sin poder ocultar su acento.

- supongo que si pequeño, como es alsius? - dije.

- oh es herrrmoso, Hay muchas cumbrrres, y siemprrre esta nevado!, aunque el frrrio es insoporrrtable jajajaja.

Luego de conocerlo resultaba simpático, era joven, entre 16 y 17 años. Había aprendido algunos trucos de cacería, pero necesitaba más entrenamiento, después de obtener lo que necesitábamos lo llevaría a Doshim para que aprendiera lo que necesitara con el entrenador de la ciudad. Bien podía hacerse pasar por alturian, ya que era humano, sin rastros de la barba de un enano o pezuñas...

Llegamos al valle, Anyelis que iba adelante con Climene se detuvo. Me dijo:

- Bel, Vesper no está. Tendremos que esperar hasta que aparezca.

- no importa, esperaremos.

No tuvimos tiempo de descansar mucho, el dragón apareció de la nada, descendió en el valle, y al vernos avanzo hacia nosotros amenazadoramente.

- AGRUPENSE! - gritó Anyelis.

Lo hicimos, ella conjuro aquel escudo con el que nos había defendido antes, y una bola de rayos del dragón la golpeo, haciéndole daño, que aunque leve la dejo sin protección.

Yo tensé mi arco, lance un proyectil arcano que detuvo con un ala... definitivamente era imposible vencerlo nosotros solos, aunque escuche. "solo necesitamos su sangre, no matarlo" pude identificar el pensamiento de Anyelis en mi mente. Así que apunte de nuevo, pero algo me asusto, rajemus avanzaba hacia el dragón con cautela, lo ataco, débilmente, pero logro lo que quería, el dragón volteó hacia él.

Se alzo en vuelo, trataría de aplastarlo.

- Rajemus, NO!!!

- atacarrrlo!!! Toma su sangrrre!!!!!!! AHORRRA!!!!!

No entendí lo que pretendía, pero ataque al dragón, aprovechando la parte del cuerpo que no cubrían sus alas, la flecha se clavo entre las escamas y un poco de sangre del dragón cayó en el suelo... Climene Avanzó y pude ver como el dragón caía con todo su peso al lado de rajemus, un poderoso ataque de pisada, pocos sobrevivían...

pero Rajemus se alejo corriendo y sonriendo, sin haber recibido daño alguno... el dragón trato de seguirlo, pero chillo al sentir como Climene tomaba la flecha ensangrentada de su pata y se alejaba, trato de seguirla, pero Anyelis conjuro una ráfaga de viento que lo obligo a alejarse lo suficiente para que pudiéramos correr... hasta quedar fuera de su alcance.

- LA PUTA MADRE!!! MUCHACHO DEL CARAJO! QUIEN TE DIJO QUE PODIAS PARTICIPAR!!!!!!!!!! - grite a Rajemus, fuera de mis cabales.

- Perrrdon, es que asi serrria mas fácil.

Anyelis se acerco a mí, me dijo, despacio.

- déjalo, hizo muy bien, la represalia es uno de los poderes mas útiles de los arqueros, por eso el dragón no le hizo daño. Que tú no lo sepas hacer no quiere decir que los otros no sepan, el niño hizo un buen trabajo, nos lo facilito mucho.

- se, bueno, como digas...

Como tirador no tenía mucha experiencia en trucos, así que desconocía por que el muchacho no había sido herido, pero había que admitir que fue una buena jugada.

Luego de haber descansado continuamos, debíamos ir a Doshim, y dejar a Rajemus con el Entrenador. Para luego volver a la Zona de guerra y Buscar a la maga elfa, y destruir la ánbiola de una vez por todas. Ya estaba anocheciendo.

- nosotras esperaremos aquí - dijo Anyelis a Climene y a mi - Cuidaremos a Meylin mientras tu llevas al muchacho.

Asentí, mire a rajemus y le dije - Vamos.

El no cabia de contento, se le notaba, aunque un defecto que siempre tendría es que era muy nervioso... pero siendo cazador, esto era favorable.

Al llegar a Doshim recordé a mi viejo amigo Onarion, así que decidí pasar por la Taberna... aunque nunca esperaba encontrarme semejante cambio.

Las mesas habían sido movidas y un pequeño espacio había sido abierto en el medio del salón, las luces apagadas y una muchachita bailaba en el espacio abierto, pobremente vestida, mientras los que estaban más cerca la miraban, deseosos.

Me acerqué a la barra y hable al que estaba atrás.

- Hey que es esto? que paso con Onarion? tu quien eres?

- ehm, soy solo un encargado, Monsieur Francesco, el dueño, no está en este momento, no sé de quién me está hablando.

Era obvio que la taberna había cambiado de dueño, tal vez Onarion se había mudado a Fisgael, después me preocuparía por eso...

Dos golpes fuertes se escucharon, Rajemus estaba en medio de la sala y se enfrentaba a uno de los hombres a golpes, me acerque para ver lo que pasaba, cuando el muchacho arremetió contra él, lanzándolo lejos, era solo un mago, pero los dos guerreros que lo acompañaban lo sometieron fácilmente.

- ahora que hiciste muchacho? - pregunté

- ese brrruto quiso aprrrovecharse de ella! - dijo enfurecido - no pensarrras que lo permitirrría!

Señalaba al mago, no muy viejo, pero más verde que el ejercito syrtense.

Uno de los guardias entró. - que está pasando aquí?

- ese muchachito está dando problemas - dijo el tabernero sin pensárselo dos veces.

- bien, detenido por atentar contra el orden, al calabozo!

- Hey! - dije - espera un momento, el viene conmigo! es un niño nada más!

- bien, los dos al calabozo, usted debe hacerse responsable por los actos de él.

Miré a Rajemus, dije por lo bajo para que no me escuchara - la puta madre...

Caminamos con el guardia hasta el calabozo cerca del muelle de Doshim, una celda fría y húmeda nos esperaba, y una noche muy larga.

Luego de un par de horas, le misma chiquilla de la taberna paso cerca, venía a hablarnos...

- hola - dijo.

- Hola - le respondimos al tiempo, rajemus y yo.

Rajemus se levanto y se acerco a los barrotes, para verla de cerca.

- hola... gracias por defenderme de ese viejo... perdón por esto. - dijo.

- no te prrreocupes, estas bien? no te hizo nada ese brrruto?

- no, estoy bien, estoy acostumbrada.

- como te llamas - increpé a la muchacha.

- Ile Winnyfred. Y vos? - dijo, dirigiéndose a Rajemus.

- el es Rajemus, y yo soy Belnazzar. Y vos harías bien en ir a tu casa muchacha y buscar un trabajo más favorable.

- Ile, que bonito nombrrre, es un gusto conocerrrte.

Genial, pensé, ahora Rajemus se enamoro de la puta... que pendejo loco.

La muchacha se fue, Anyelis, Meylin y Climene nos esperaban en el bosque cercano, pero tendrían que esperar hasta el día siguiente.

sábado, 12 de septiembre de 2009

Capitulo 14 - Syrtis... de nuevo.

Pocos de los ignitas que encontrábamos en el desierto fueron agresivos... en parte debido a la nueva paz que reinaba, y en parte por la compañía de Azna y la brujita.

Sin embargo, llegando al puente blanco se disculparon diciendo que no podían acompañarnos mas allá, y se retiraron... fue algo confuso recibir ayuda de unas ignitas, aunque fue muy pedagógico... termine aprendiendo varias frases en ignita.

Meylin se recuperaba lentamente, sin embargo seguía viéndose tan vacía como Anyelis al comienzo de nuestra aventura. En vista de que solo nos acompañaba Climene, que había demostrado ser digna de confianza, le pregunté a Anyelis

- que tiene Meylin? por que no se recupera?

- no es tan sencillo... literalmente, ella murió... revivirla no es nada fácil... y... necesita de tu ayuda...

- para que? la que sabe de curación eres tu.

- cuando llegue el momento, tu sabrás de lo que te hablo... mientras tanto ella sigue viva, pero no esta acá, aun no es tu meylin...y no volverá a serlo...

- a que te refieres?

- UN CAZADOR! - gritó climene varios pasos mas adelante.

Me adelante a observar, así era, era un cazador acompañado de su enorme mascota, apenas me vio se camuflo... era obvio que nos atacaría...

Avanzamos lentamente, pero al parecer Rajemus que era cazador también detecto el olor en el aire y grito:

- AHHHHHHHH MIKEALFA MIKEALFA!!!!!! RAJEMUS!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

lo entendí al instante... en todo syrtis era conocido, un cazador ignita con nada mejor que hacer que ir a la muralla a matar a los pobres desgraciados que entrenan matando los orcos que habitan los verdes bosques...

Ahora era mas obvio para mí que nos atacaría, pero no solo eso, lo haría por la espalda y al más débil de nosotros... Rajemus estaba inquieto, olfateaba en todas direcciones, sabía igual de bien que todos nosotros, que corríamos grave peligro...

- Anyelis, protege a Meylin, por favor... no dejes que nada le pase.

Así lo hizo, en un segundo tenia toda clase de escudos y protecciones, además también puso una intervención divina en Climene. Pero el ataque no se hizo esperar, y lo hizo exactamente como habíamos esperado... atacó a Rajemus...

El pequeño cazador corría en todas direcciones, no sabia que hacer y nosotros aun no veíamos al cazador, ya que se había situado atrás nuestro, al escuchar los gritos nos giramos, un enorme tol tar avanzaba hacia anyelis, mientras el cazador atacaba a Rajemus...

Trate de pegarle, pero evadió dos de mis ataques, así que decidí matar su mascota... pero resistía mucho...una flecha etérea no bastaría... la situación se nos estaba escapando de las manos.

Climene avanzo y tiró al toltar con un puntapié, me resulto sorprendente que esa mujer tan pequeña tuviera tal fuerza, pero no era momento para comentarios... terminamos de matar a la bestia antes de que el cazador hiriera gravemente a nuestro pequeño acompañante, rajemus logro alejarse de su rango, pero aun seguía tras el, corriendo como un hijo del viento.

En cuanto pudimos alcanzarlo y tirarlo hizo algo que desconocíamos, no supimos como, pero se alejo corriendo a una velocidad sobrenatural...no lo alcanzaríamos nunca... sin embargo mientras corría, y miraba como nos dejaba atrás, un cazador syrtense lo sorprendió con una emboscada que me permitió tenerlo en rango, lo golpee con una flecha en una pierna, no correría mas. Luego un par de flechazos míos y del cazador, y adiós al enemigo...

El joven alturian se acercó hacia mí, al parecer estaba acostumbrado al ataque sorpresivo, así que sonreía gustosamente.

- Hola, me llamo Psicoloco, casi se les escapa eh?

- seee, si no hubiera sido por ti no lo alcanzamos mas.... gracias loco.

- em de nada, bueno, nos vemos por ahí, se cuidan - dijo, guiñándonos un ojo.

Y desapareció de la misma forma en que había llegado, sin dejar el más mínimo rastro.

Rejuntamos, todos estábamos bien, Anyelis había sanado las piernas de Rajemus, que habían sido heridas con una flecha trucada con espinas.

- estará bien, son heridas leves... un cazador no golpea muy fuerte.

Nos miramos unos a otros, estaríamos bien... avanzamos hasta acercarnos a la puerta de la muralla, pero Anyelis me detuvo tomándome de un brazo.

- La maga que buscamos no vive adentro del reino... de hecho esta cerca, puedo sentirla.

- sentirla? - Dije.

- si, solo puedo con magos de gran poder... como es el caso...

Atrás de nosotros estaba, una maga de aspecto imponente, su cabello de color verdoso no reflejaba la edad que pudiera llegar a tener, al igual que su piel tersa y lisa como el mármol.

Anyelis se arrodilló ante ella, y yo no era tan ignorante como para saber que había un motivo para eso, así que la imité, climene estaba mas adelante, cerca, vigilando a Rajemus y a Meylin.

- Señora, necesitamos de tu valiosa ayuda, para destruir un objeto maligno - Dijo Anyelis respetuosamente.

- Lo sé - Dijo la elfa - dame el medallón, y te diré como destruirlo.

Anyelis lo hizo, la elfa lo tomo y lo miró detenidamente. Luego de haberlo detallado se lo tendió a Anyelis, y le dijo:

- hay mas que magia en este artefacto, hay odio, hay frustración y amargura, hay una sola forma de destruirlo, y no va a ser fácil... necesitas la sangre de un dragón, el fuego de un demonio y un hechizo muy fuerte...

- enséñame, señora.

Me sorprendía el respeto que Anyelis demostraba hacia esa elfa, pero me abstuve de siquiera mirarla de forma extraña.

- en cuanto tengas lo que necesitas te mostrare como se hace, no es sencillo y es muy delicado... no querrás llevar una maldición sobre ti.

Anyelis asintió, y la elfa desapareció sin decir nada más.

La mire, inquisitivamente, pero no hubo respuesta...

- bien - dije - tendremos que visitar a Vesper... la que nos espera...

Capitulo 13 - Rajemus.

Capitulo dedicado exclusivamente a Alexita
a quien adoro como si fuera mi hermana

besos Pao.


Sabía que matarían a Azna si la veían, la dama no se caracterizaba por dejar enemigos vivos, así que volví dentro del castillo.

Anyelis se ocupaba en curar a Meylin.

- que haces?

- Esto tiene Solución Bel, podemos salvarla.

- a mi me da igual, haz lo que quieras...

Dije eso y no sentí pena... ni remordimiento... Ni piedad... mi alma había sido tomada, y hecha pedazos. No tenía más motivos para ser bueno, o si?

Daba igual... pero mi ensimismamiento se disipó al escuchar pasos atrás de mí, Azna había entrado, la acompañaba otra mujer, una Bruja. La Dama las vio y aunque apenas si podía moverse se puso en pie para combatir...

- Déjalas - le dije - una de ellas me salvo la vida, no son enemigas.

- Todo ignita es enemigo, mátalas!

- No.

- es una orden!

- dije que no...

- quien toma las decisiones acá? te digo que las mates!

- No. no las voy a matar. Si mi enemigo me protege, es mi amigo y si mi aliado me ataca, morirá.

- tengo que considerar esto una insubordinación?

- hace lo que te venga en gana, yo me largo.

Los demás miembros del clan no hablaban, solo observaban. Volteé a ver a Anyelis, me miró triste.

- Sabes que vos y yo estamos juntos en todas Belnazzar, yo te sigo.

Dicho esto se levanto llevando consigo el cuerpo de Meylin. Con la fuerza que siempre la caracterizó, caminando en silencio hacia la puerta.

Salimos, Azna y la brujita ignita nos precedían... nos alejamos lentamente, pero nos detuvimos al escuchar unos pasos presurosos que nos seguían... era Climene.

- Feíto, yo quiero ir contigo.

- Sos libre de ir adonde quieras.

Me miró y sonrió... - vamos entonces?

- Vamos.

Caminamos un rato largo hasta llegar a un extraño campo, lleno de huesos milenarios, restos de las batallas que tiñeron de rojo las tierras ignitas. Nos detuvimos a descansar. Y aproveché para hablar con Anyelis.

- que paso con lo que debíamos hacer?

- acá esta el amuleto - dijo, sacando de su túnica una medalla muy extraña, llena de inscripciones. - han dibujado una runa orca encima de lo que habían escrito originalmente.

- y que significa la runa?

- Sha Snaga Sharkû... algo sobre esclavos... una forma ofensiva... no entiendo bien... deberíamos ir con alguien que nos diga como destruirlo...

- conoces a alguien?

- hay una maga... ella podría decirnos algo sobre esto.

- quién es?

- no la conoces, tenemos que ir a Syrtis a buscarla.

Dicho esto escuche unos pasos, alguien se acercaba corriendo, pero no podía ver nada, era de noche. Agucé mi vista para tratar de entender lo que hacia ese ruido, cuando algo chocó contra mí.

El aturdimiento disipó los efectos del camuflaje y el cazador se dio cuenta de que debió mirar hacia adonde corría...

Al verme sus ojos se abrieron de par en par y corrió asustado hacia un costado, mientras gritaba:

- aaaaaaaaah! rajemus! rajemus!

Una emboscada bastó, lo detuve, Anyelis lo mantuvo quieto con su control mental mientras lo ataba. Ya no podría correr.

- quien eres? - le dije.

- Rajemus! ahhhhhhhhhhhhhhh

Estaba asustado, temblaba y miraba en todas direcciones, no sabía lo que pasaba.

- Ich habe Angst!!! wo ist Mutter? (1) - decía, mientras sus ojos giraban tratando de acostumbrarse a la luz de la fogata.

- Any, no le entiendo nada, que dice?

- le preguntaré... - y dijo dirigiéndose a el - ist Freund, der ist, oder bemuttert? (2)

- Alexita - respondió el pequeño.

Ahora era Anyelis quien estaba sorprendida, se acerco a el, yo no entendía nada. Mi amiga se acercó para tocarlo y el joven entró en pánico de nuevo.

- Ahhhhhhhhhhhhh ahhhhhhhhhhhhhh Nein (3)!!! Rajemus!!!!!!!!!!!!!!!

- creo que por lo menos ya sabemos cómo se llama - dije entre risas.

Anyelis había tocado su rostro, se veía un poco ofuscada, me miró y explicó:

- este cazador ha perdido a su madre, ella fue secuestrada por un brujo y el nene se perdió, ha estado vagando solo en ZG por eso esta tan asustado. Tiene hambre, deberíamos llevarlo con nosotros.

- ya, y por que habla alsirio? quien es su madre?

- Alexita...



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1. Tengo miedo, donde esta mi madre?

2. soy amiga, quien es tu madre?

3. no.

Interludio 2 - la visión de Anyelis.

Camino, en dirección de Shaanarid. todos hacemos lo mismo, estamos cansados... y estas faldas horribles que no ayudan en nada... creo que tendría que cambiar mi báculo por una varita, al menos sería mas cómodo.

Lobo ya casi llega a la playa, no se que sería de nosotros sin él... los demás miembros del clan nos esperan en el puente de pantano, vendrá SataNa, que pena que no sea un curandero, sería mucho mejor de lo que yo soy.

Espero que esa elfa tome la decisión correcta... mi vida depende de ello...

Pobre Belnazzar... volteo a verlo...

entonces llega a mi, con tanta certeza como si hubiera estado predestinado, dos corazones rotos... uno por una flecha... el otro, por una herida aún mas grave...

pobre, el no tiene la culpa, ella tampoco... ambos van a ser manipulados... y no hay nada que pueda hacerse...

ella tiene miedo, puedo verlo cada vez que la miro a los ojos... tiene miedo de lo que siente... es todo lo contrario a mi pequeño Bel, a el todo ésto le había dado seguridad, y un motivo para esforzarse y vivir...

es una pena que no pueda hacer nada... mi magia no basta para curar una herida de ese tipo...

las traiciones que bien matan son las hechas con amor...
y no hay estocada mas grave, que el acero de una voz...

espero que sean lo bastante fuertes... todo tiene una solución, pero ambos deben poder verla...

después de todo, solo tenemos ésta vida... no habrá una segunda oportunidad...

pero mi tristeza es grande... despacito me acerco, con un nudo en la garganta y en un susurro le digo:

- lo siento...

Capitulo 12 - Muerte y putrefacción.

El camino hacia la península de Ignis nunca me había parecido tan largo... resultaba tedioso caminar con esa arena ardiente bajo mis pies, quería volver a mi tierra verde, fresca, donde se podía vivir en paz...

Meylin estaba alejada, la sentía distante desde que ese brujo venía con nosotros, algo raro le pasaba, no se me acercó más... Dama también se alejaba, pero por motivos muy diferentes como vería en un rato mas... Anyelis caminaba, sin prisa, pero sin pausa, a mi lado, me miró y dijo con voz muy suave...

- lo siento.

- porque lo sientes?

Evil Orgasm, quien estaba charlando con Mig, volteó a vernos, Melanie no apartó la vista del prisionero.

- lamento que te vieras involucrado en todo esto, te harán mucho daño hoy...

Confiaba en Anyelis, y me asusté... trate de ver en sus pensamientos, en sus visiones, pero esta vez no pude, me bloqueaba...

- que pasa Any? que va a pasar?

- es mejor que no lo sepas, pero terminaras haciendo lo contrario de lo que pensamos... lo siento mucho, yo no debí dejar que esto pasara.

- no te preocupes mas, he crecido, estaré bien.

Una lágrima rodó por su mejilla, se apartó muy despacio, podía sentir su pena, podía sentir el dolor inconmensurable que le causaba lo que había visto, quería saberlo, pero ella no me dejaba...

Volteé a ver a Meylin, también algo había cambiado en su mirada, pero no era tristeza... miraba de soslayo al brujo eventualmente, como si temiera que pudiera explotar...

Estaba muy confundido, muchas cosas habían cambiado desde aquella tarde en la que la bruja alsiria robó el medallón... intuí que en cuanto lo recuperáramos y lo destruyéramos todo volvería a la normalidad...

Habían pasado un par de horas, llegamos hasta el puente blanco del pantano, no me había dado cuenta de que la Dama, nuestra guía nos había desviado de esa manera, pero no dije nada al ver lo que ocurría, sentados en semi circulo en el suelo estaban Climene, un mago a quien reconocí como SataNa y una elfa que no conocía

Se saludaron, SataNa se adelantó un poco para hablar con Dama.

- Damita, esta elfa nos ha acompañado, ingresó al clan hace poco y en cuanto recibimos tu llamada se unió al grupo, tuvimos que dejarla venir.

- está bien -dijo Dama- no parece débil, así que puede acompañarnos, han tenido algún problema en el camino?

- un par de cazadores, pero nada que no pudiéramos afrontar, además Climene es fuerte, y Lisdny es una excelente conjuradora...

- a veces pareces olvidar que tú también eres conjurador... -Dama reía.

SataNa negó con su cabeza, sonriendo y comenzó a caminar en dirección a Shaanarid.

Todos nos encaminamos atrás de él, se mantenía a la par de Dama, era un mago bastante mayor, pero se veía peligroso... Climene seguía por el borde del camino, molestando a algunas serpientes con su lanza, todos parecían algo distraídos, el viaje se me hacía eterno...

Llevábamos algunos kilómetros recorridos de la playa de la península ignita, cuando vimos un bote anclado cerca de la playa, Anyelis abrió sus ojos de par en par, parecía muy sorprendida...

Yo, con mi excelente vista, no distinguía nada raro, era obvio que había algo que ella veía y yo no, pero mantuvo silencio, hasta que nos acercamos lo suficiente, Dama se había detenido a observar la embarcación, todos estaban curioseando alrededor, y no escucharon el ruido... fue demasiado rápido, en un abrir y cerrar de ojos estábamos todos paralizados por un bramido que nos dejó completamente aturdidos... solo Anyelis podía moverse, al parecer no le había afectado...

- nunca dejaste de ser un bruto, Lobi - dijo Anyelis.

- Jamás - dijo Lobo sonriendo

- veo que escuchaste mi llamado.

- sí, lo escuché, más bien lo sentí... como es que pudiste hacerlo? no existe tal conexión entre nosotros...

- claro que existe Lobito, una parte de mi vive en ti... así como en algunos otros...

- no te atrevas a mencionar eso...

- nos está esperando, sabe lo que vamos a hacer y está preparada...

- y? mira los que somos, ella nunca juntará tanta gente...

- ay Lobi, no nos confiaremos, será una dura batalla, además tendremos serios problemas - dijo, y miro hacia donde estábamos.

Hacía rato que había pasado el aturdimiento por el grito del bárbaro... pero nadie se movía, atentos a las palabras de Anyelis y Lobo...

- bien -dijo Lobo- avancemos, hay que llegar hoy...

Comenzamos a andar una vez más, en cuestión de un par de horas divisábamos el catillo, rodeado por una densa neblina, el cual le daba un aura siniestra, una presencia malvada...

- que nos espera allí? -Pregunté a Anyelis- como sabes que es acá adonde debíamos venir?

- porque es un buen escondite, y está en el desierto, tal como en el libro... donde inicia y termina el viaje...

Recordé la historia de ese libro, sobre un joven príncipe que venía de las estrellas... no entendía como un libro infantil pudiera ser tan significativo...

Estábamos prácticamente a las puertas del castillo, veíamos a los guardias, pero ellos no a nosotros.

- hay que matarlos rápido - dijo Dama.

- déjame eso a mí - dijo Lobo.

Anyelis le puso un hechizo de intervención divina, y lobo volteó para guiñarle un ojo, como en los viejos tiempos, murmuró la conjuradora, mientras lobo quebraba los esternones de los guardias.

Una vez muertos seguimos adelante, debíamos derribar la puerta, pero misteriosamente ésta se abrió, como si nos esperaran... Meylin se quedó atrás...

Entonces todo pasó muy rápido, sentí una enorme presión sobre mí y vi la imagen de una calavera tratando de devorarme, estaba herido y en el suelo, no sabía lo que había pasado, Meylin estaba de pie atrás de nosotros y reía fuera de control, parecía posesa... delante de nosotros otra bruja, alta de cabello rosa, de rostro pálido y voz aguda... una nueva calavera nos tiró de espaldas al suelo...

Todo esto pasó en cuestión de segundos, Lobo embistió en dirección de la bruja de cabello rosa, pero un empuje mental lo hizo retroceder, frenándolo lo bastante para que no fuera peligro. Meylin conjuró una bola de fuego... en dirección de Anyelis, no podía creer lo que veía...

- qué carajo haces?!

No me respondió, se giro un poco y una nueva calavera apareció sobre mi... pero esta era diferente, sentía mucha presión y algunos pinchazos... me hacía daño, pero no me mataría con eso... no sé si fue calculado o no, pero mientas los guardias de adentro del castillo atacaban con sus golpes en área a mis amigos, vi como ella preparaba una bola de fuego de nuevo, esta vez contra La Dama Blanca...

"esto me supera" pensé... tensé mi arco y sin apuntar solté la flecha... le atravesó el corazón... cayó de espaldas, solo vi como el resto de los guardias eran derrotados y la bruja alsiria era acorralada...

Entonces caí en cuenta de que estaba usando el control mental sobre los guardias ignitas para que la protegieran., quizás había hecho eso con Meylin... y yo la había matado!!

Me acerqué a ella, pero no soporté mi propio peso, con mi nariz sangrante por los golpes recibidos, lloré sobre su cadáver, como aquel que ha perdido toda esperanza lloré, quería morirme... pero algo pasó, una gran luz roja iluminó el lugar, proveniente del suelo...

todo el suelo brillaba, como si el mismísimo infierno estuviera debajo de nosotros, pero no hacía calor, un frío de muerte invadió el lugar, entonces comprendí que la bruja había usado un conjuro de nigromancia, para levantar a los caídos... este conjuro estaba prohibido, mencionarlo conllevaba a una eterna maldición, la bruja debía estar desesperada para usarlo, pero no me dio tiempo para terminar de pensar... sentí como me tiraban de un brazo, no tenía fuerzas para resistir, de nuevo todo el ejército enemigo estaba de pie... Meylin incluida... pero ya no era ella...

Esa no era mi preciosa elfa, era una monstruosidad, una aberración... no reaccioné en cuanto me tomo del cuello, no hice nada en cuanto me lanzo por los aires... no sentí como mis huesos se quebraban al estrellarme de frente contra el muro del castillo... caí fuera, debajo del puente de entrada a shaanarid... sin mover un solo músculo... quería dejarme morir...

Algo se movió cerca... y vi una pequeña luz, en medio de la tétrica oscuridad de la noche Ignita... me estaban curando, con magia... no sabía cuánto tiempo había pasado, entonces me dormí escuchando como la persona que sanaba mis heridas susurraba unos versos...

Ahora te toca vivir
Ya habrá tiempo de morir
Hazte amigo de la adversidad
O nunca serás feliz

Y algún día verás
Que la vida es muy corta para llorar
Se tú mismo, eso nunca nadie
Te lo podrá quitar

Desperté, aún era de noche, veía una imagen borrosa, alguien me curaba aun, no sabía lo que había pasado... cuando pude distinguir, no podía creerlo... una conjuradora ignita me había curado, prácticamente me había revivido... era una elfa oscura, pequeñita, graciosa... peligrosa...

Me levanté de un salto...

- quién eres?

- me llamo Azna...

- que has hecho? porque me has curado?

- porque... no sé por que... no creo que merecieras morir, o si?

- no lo se...

- debes volver, tus amigos te necesitan...

Era cierto, aun se escuchaban los sonidos de la batalla en la parte superior del castillo, subí tan rápido como pude, al entrar la escena no me gustó nada, Evil Orgasm, estaba arriba de una de las torres lanzando flechas contra el ejercito de muertos vivientes... lobo golpeaba a todo lo que se le acercaba, los demás se libraban como podían de los ataques, torpes, pero fuertes de los nuevos enemigos...

Anyelis, se enfrentaba cara a cara con la bruja, la atacaba y la bruja desviaba sus hechizos, ambas estaban muy igualadas, ninguna mataría a la otra...

- no puedes ganarme Whis, nunca pudiste..

- eso fue el pasado, hermana, ahora es el presente...

La palabra Hermana me dejó la sangre helada... Whisper Wind había tenido una hermana? pero qué demonios significaba todo esto?

Lobo embistió, Mig hizo otro tanto, y con la ayuda de Climene tiraron varios de los soldados, al morir se convertían en polvo, pero costaba mucho matarlos...

Melanie mato a varios de ellos con una estocada múltiple, lobo avanzó.

- de una vez por todas te veré morir!!!

Salto sobre la bruja, y presionó con sus dedos en las cuencas de sus ojos, hasta que el cabello rosa se tiñó de rojo...

el demonio de Anyelis se lanzó también al ataque una vez más, después de rasgar en pedazos a unos de los guardias que se habían levantado, tomo a la bruja por los hombros, y le quebró el brazo, con la mano libre la bruja levantó su báculo, realizó un último conjuro... una roca salió del suelo, atravesando a Anyelis, quien quedo tirada en el suelo, mientras lobo golpeaba a la bruja hasta matarla, el demonio había desaparecido, y lobo en su frenesí no se percataba de lo que pasaba, los demás no podían moverse prácticamente, aunque el ejercito de muertos había caído...

yo no lo aceptaba, mientras lobo clavaba a la bruja en una lanza realizando uno de sus famosos empalamientos... me moví hacia la mujer que me había enseñado tanto, hacia aquella que me había mostrado el camino a seguir, no lo soportaría de nuevo, no vería caer de nuevo a quien amaba, Anyelis no podía morir!

- no podés morirte!, no podés!!! Quédate, te necesito!!!!

La elfa no se movía, sus ojos estaban cerrados, todos estaban tirados en el suelo, estaban agotados, me sentí estúpido, porque la batalla para mi había terminado antes de poder hacer algo, no estaba en capacidad de ayudar a nadie...

Tomé al conjurador, SataNa por su túnica.

- levántala, revívela!!

- no puedo, apenas si logro curarme yo! no sé hacer eso!

- levántala, sos un conjurador, revívela o tendrás que aprender a curar huesos rotos, revívela!!!

El conjurador solo movía su cabeza hacia los lados, en cualquier momento el me hubiera vencido en un segundo, pero ninguno estaba en condiciones de dar la pelea...

Pero Lisdny, la joven elfa se levantó...

- yo la reviviré, creo que me queda energía suficiente para eso...

Así lo hizo, se situó al lado de Anyelis y recitó el arcano conjuro, devolviéndole la vida a mi amiga, aunque el gran gasto de energía la hizo desmayarse... Anyelis vivía una vez más...

Giré mi cabeza... Meylin estaba en una de las esquinas, recostada contra la pared, con sus piernas tomadas con sus brazos... lloraba...

La escena me partió al medio, no podía soportarlo... salí del castillo, tenía que pensar, aun no destruíamos el medallón... pero por lo menos alguien me esperaba allí afuera, un ser de tez oscura se movió entre las sombras...