sábado, 12 de septiembre de 2009

Capitulo 9 – Rejunte.

En cuanto puse un pie en el fuerte recibí una bofetada.

- Como vuelvas a hacer lo que hiciste, recibirás algo peor, entendiste?

Era Meylin, Anyelis me había advertido que se iba a enojar, y si era ese el precio de protegerla lo pagaría por esta vez.

No estuvo molesta por mucho más tiempo, luego de ver que todos regresaban más o menos sanos a la seguridad del fuerte se calmo, sobre todo al ver regresar a Dama invicta y sin más heridas que un leve rasguño en su pierna derecha.

- las consecuencias de pelear sin perneras -decía muerta de risa cuando le preguntaban.

Anyelis y yo solo celebrábamos a medias, sabíamos que aun no había terminado todo, esa bruja tenía el medallón y al parecer sabía cómo usarlo, debíamos darle caza, encontrarla y matarla si era necesario, teníamos que destruir ese medallón.

- Anyelis, conoces a esa bruja? -le pregunté cuando se hizo de noche.

- no tengo idea de quien pueda ser, pero sea quien sea no es una buena persona.

No le creí, en el pasado Anyelis solo me había demostrado que no había nada oculto para ella, no creía que hubiera algo que desconociera.

- es cierto, Bel... los ancestros ya no nos acompañan, ahora estamos solos -Dijo Anyelis.

Una voz a sus espaldas respondió, no la había visto llegar, era la Dama Blanca.

- quizás ya no te acompañen los espíritus, amiga, pero algo seguro es que no estás sola.

Meylin estaba atrás de Dama, al parecer estaban escuchando nuestra conversación también.

- los seguiremos adonde vayan, sea lo que sea que deban hacer iremos con ustedes -dijo.

Me levanté para abrazarla, pero no me dejo acercarme, se fue a su recamara sin despedirse...

- preparen lo necesario, partiremos esta misma noche... Dama, sea lo que sea que pase, de verdad te agradezco por arriesgarte al acompañarnos.

- no puede pasar nada malo, Any, estaremos bien. Los amigos perduran en el tiempo... -dijo, guiñándole un ojo.

Antes de una hora estábamos en camino hacia puente pinos, la fría noche nos cobijaba con un manto cada vez más frío al acercarnos al norte del mundo. Pensando en todo lo que había sucedido ese día me distraje y me desvié un poco del camino... hasta que un extraño ruido me hizo volver al lugar en que me encontraba.

Vi una oscura silueta que se deslizaba con sigilo en la oscuridad y la neblina, oculta a la vista, pero con una siniestra presencia... me acerqué. Escuché una canción susurrada suavemente, como un arrullo, y pude comprender lo que decía:

La bestia a la puerta brama enfurecida
En sus ojos brilla la noche invernal
Tormenta que azota el bosque de mi vida
Con sus dos caminos, y elegí el del mal...

Me acerqué solo un poco más y me vi tirado en el suelo en un segundo, era una arquera, me había puesto una emboscada y no estaba prevenido... pensé que sería mi fin.

- Que se supone que hacen? -dijo- están molestando a los ciclopes que quiero matar.

- nos dirigimos a Alsius.

- van a por cabras?

- podría decirse, si.

- genial, puedo unirme?

La observé detenidamente, era una arquera, un poco desaliñada, de mirada y rostro macabro, se sentía un aura oscura solo estando en su presencia, era fuerte al parecer, y por su armadura podría ser una tiradora, igual a mí.

- sep, puedes venir, vamos en una misión muy delicada.

"en todo caso puedes morir por salvar a alguno de nosotros" murmuré.

- escuché eso -dijo.

Era rara, ni siquiera se dio vuelta, siguió caminando en dirección al puente.
Entonces me di cuenta de que mis compañeras de clan debían estarme buscando, así que trate de usar mi conexión con Anyelis para saber donde estaba.

"debo matarla yo misma, solo así debe ser, Bel podrá destruir luego el medallón, no creo que pase nada, es fuerte, sabrá que hacer... donde se habrá metido? ya llevamos rato esperándolo, creo que lo buscaré..."

Estaba en medio del puente pinos con la Dama y Meylin.

Seguí en la misma dirección junto con la arquera, hasta llegar al puente, allí nos reunimos con mis amigas y se quedaron mirándome, como esperando una explicación.

- ehm bueno... ella me encontró.

- por poco te mato... pensé que serias un enemigo.

La mirábamos con atención... a ella no parecía importarle eso, nos miraba como si nosotros fuéramos los raros.

- cómo te llamas -dijo por fin Anyelis.

- mmmm me pueden decir Evil Orgasm... tiradora de la república de syrtis... asesina a sueldo... aunque a veces mato solo por gusto, como ahora.

Comprendí que solo nos acompañaba por su deseo de derramar sangre... quizás sería útil para nuestros propósitos... así que retomamos la marcha.

Meylin se acercó sin que me diera cuenta, me tomó de mi antebrazo y me sujetó con fuerza.

- tengo miedo.

- también yo, pero estamos con Anyelis y con Dama, no nos pasará nada.

- ella no me gusta, siento su maldad.

- podría sernos útil, es todo... ya tuvo oportunidad de hacerme algo, no creo que lo haga.

Luego de un largo camino por un bosque de pinos, llegamos a un extraño cementerio oculto en un claro, era muy tenebrosa la neblina y el frío lo hacían aun más terrible a los sentidos.

Me tomé un par de minutos para observar la entrada, estaba escrito algo en la parte superior, pero no entendía esas runas.

- alguien sabe que dice ahí?

- abandonen toda esperanza aquellos que pisen esta tierra, pues solo encontrarán muerte en el camino.

Volteé a ver, era una mujer, joven y hermosa, de cara seria y mirada algo fría. Llevaba una gran lanza arácnida y una armadura de león.

- y tu quien eres?

- me llamo Melanie, estoy aquí para ayudar a una vieja amiga.

Miré a Anyelis, ella se acercó...

- Hola mely.

- Hola Whis, nunca te agradecí por salvarnos aquella vez... Gracias.

- has crecido, eres toda una guerrera ahora.

Volteamos a ver, la puerta se había abierto, como invitándonos a pasar...

- tenemos que entrar -dijo dama.

- así es, vamos de una buena vez.- mi voz sonó decidida.

Y lo estaba, di un paso al frente y sentí una mano tomar la mía, no estaba solo, sea lo que sea que allí nos esperara, lo superaríamos... sea lo que fuera.

Tere, Pieri, Pao gracias por permitirme contar con ustedes
un saludo a todas.

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