domingo, 20 de septiembre de 2009

Capitulo 16 - Los recuerdos prevalecen.

Quizás esperarían más de lo que pensábamos todos... quizás, no deberían esperar mucho más...

desperté, el sol iluminaba el muelle, de nuevo el aroma de Doshim al amanecer, tantos recuerdos... una lagrima se aventuro a recorrer mi mejilla, para ser asesinada por el torso de mi mano... como es que me había vuelto tan duro con el mundo y conmigo mismo?

Me acerqué a Rajemus, dormía cual infante, soñando quizás, con cosas que yo había tenido, y perdido...

"Basta" me dije. No era momento de mirar atrás, la misión casi terminaba, luego seria libre...

Recordé la fecha, era el día 16 del segundo mes de otoño, nada importante que recordar, pero sin querer pensé en la torre destruida en la isla del lago de Arvanna, en medio del bosque del otoño eterno... añore los días en que feliz recorría la playa del lago, practicando mis entonces torpes habilidades con cuanto animal se me pasara en frente...

El guardia se asomo a través de los barrotes de la celda.

- pueden salir - dijo - espero que se lo piensen bien antes de armar mas escándalos en el pueblo.

Me limite a gruñir suavemente a modo de asentimiento, toque a Rajemus y se despertó de un salto

- AH!!! RAJEMUS!!!!

- tranquilo muchacho, nos vamos... no pasa nada.

- ah! perrrdon, me he asustado un poco - Respondió

No pude reprimir una leve sonrisa, que se borro casi de inmediato, salimos, respiramos la brisa salada que soplaba desde el mar, teníamos cosas por hacer, mire a Rajemus.

-Sígueme muchacho, te llevare con una amiga.

Camino obedientemente atrás de mí, cruzamos un puente y llegamos a casa de la entrenadora de cazadores, lugar donde planeaba dejar a Rajemus por unos días para que perfeccionara sus Habilidades.

Amanyar acababa de levantarse...

- Belnazzar!!!!!!!!! Cuanto tiempo! no te veía desde esa vez que te pedí unos aguijones de avispas para forzar un cruce entre ellas jejeje

- sí, je, lo recuerdo, funciono eso?

- Naaaaaa. Al parecer las avispas verdes se comen las amarillas pero bueee, al menos practicaste un poco tus disparos jeje.

Sonreí, de nuevo recuerdos...

- y cuéntame, que te trae por acá de nuevo? no tengo misiones para ti ya, y creo que no tengo mucho para enseñarte...

- no a mi - le dije - pero este muchacho es cazador... me gustaría que le hicieras un pequeño examen y si no te molesta, podríamos dejarlo acá unos días, practicando lo que se necesita para ser buen cazador, no crees?

- no me molesta. Cómo te llamas? - dijo, dirigiéndose a Rajemus.

- Mi amigo Belnazzarr me dice Rajemus, crreo que así me llamo jajajaja.

- le decimos Rajemus como nombre de pila - expliqué - grita eso cuando se asusta.

- ah! ya veo - dijo mirándolo, un poco maternal - ven, hagamos algo sencillo. Puedes domar un lobo?

- un lobo? clarrro que puedo! mi compañerrro siemprrre fue un ciclope que encontrre cerrrca del puente al pantano!

Mire a Amanyar, eso era un ciclope guerrero aprendiz... un cazador novato no podía domar esa bestia...

La vieja entrenadora me miro algo incrédula y procedió a hacerle algunas preguntas a Rajemus, luego le hizo algunos exámenes y lo llevo consigo a un prado cercano.

- quiero que traigas de nuevo a tu acompañante... un cazador sabe pactar con la naturaleza para que su mascota lo acompañe siempre...

Rajemus se quedo inmóvil, una luz brillo por unos segundos, y allí estaba a su lado, un ciclope guerrero aprendiz, tenia tatuado el nombre más gracioso que había visto en mi vida...

Curramus.

Amanyar y yo, no pudimos soportar la risa, pero ella luego lo miro y le dijo:

- al parecer la velocidad es lo tuyo, anda Rajemus, muéstrame cuanto eres capaz de correr.

Al instante el muchacho se desplazaba tan rápido que en pocos segundos estaba fuera de mi alcance, y eso ya era mucho decir....

- no hay nada que yo pueda enseñarte - dijo Amanyar - todo lo que te falta es practicar mas, no hay lecciones que podamos darte... debes aprender solo y observando a otros en acción... es todo.

Se acerco a Rajemus y le dio un beso en la frente, luego se dirigió a mí.

- es un buen cazador... asegúrate de que practique.

Al parecer después de todo no debería quedarse... caminamos hacia el bosque de arvanna, Anyelis nos esperaba, junto a Climene y Meylin, sentadas junto a un árbol.

Anyelis me miró, de nuevo con pesar...

- qué pasa? - pregunté.

- Meylin despertó... pero no está bien, hay que hacer algo rápido Bel, la magia nigromante no es la mejor para traer un muerto a la vida, si no hacemos algo, ella estará condenada a ser una monstruosidad para siempre.

- y que podemos hacer?

- no lo sé, no está muerta para que yo la reviva, pero tampoco es lo que fue antes... no sé cómo manejar esto, quizás también debamos consultarlo con la elfa maldita al entregarle el medallón, ella de seguro sabe lo que debemos hacer.

- bien, vamos entonces.

- aun nos falta algo Bel... - dijo Anyelis apesadumbrada.

Recordé lo que nos habían pedido, no era solo sangre de dragón, también necesitábamos el fuego de un demonio.

- qué? - Dije - no podemos tomar un poco de fuego de tu zarkit?

- no, Bel, para entregar su fuego, debe morir...

Entendí lo que pasaba, ese era quizás el único compañero de Anyelis durante mucho tiempo, entendía lo que significaba para ella abandonarlo, pedirle su muerte.

Con mirada triste se levanto, sus ojos brillaron de nuevo y el enorme demonio se materializo entre nosotros.

Sorprendido vi como ella lo abrazaba, el demonio solo la miraba.

- Adiós Kirk... nunca te olvidare compañero mío... amigo mío...

- Adioz mi zeñora, graziaz, uzted me enzeño... a zer libre.

El demonio empezó a brillar, como si ardiera cual brasa al rojo vivo, Anyelis se separo de el...

Las llamas lo consumieron, dejando solo una pequeña gema roja, brillando en medio de la tierra calcinada por el fuego...

Anyelis lloraba desconsolada...

- adiós... viejo amigo.

Me acerque a ella y la abracé... no había palabras para consolar la pérdida de un amigo... y en definitiva no era yo el mejor para ofrecerlas.

Se incorporó despacio, secó sus lágrimas y comenzó a caminar hacia el teleportador que llevaba a zg.

Cruzamos... la elfa estaba justo al borde del acantilado, nos acercamos a ella.

- veo que tienen lo que pedí, sabía que lo conseguirían...

- si - dijo Anyelis desconsolada - nos ha costado MUCHO, pero lo tenemos... ahora solo falta el hechizo... enséñame por favor.

- ah no!, debe ser un hechizo muy poderoso... ese medallón está cargado de odio... solo un hechizo pronunciado con amor puede destruirla...

- y que podemos hacer? - dije.

Me miró, yo estaba de pie, junto a Climene, sosteniendo a Meylin con mis brazos... no pude hacer nada, lanzo una bola de energía hacia Meylin, quien dejo de respirar al instante.

- NO!!!!!!!!!!! Que has hecho!!! - grité.

- bien, ahora tu, que la amas, revívela!

Anyelis la miro incrédula

- Pero señora, Belnazzar no es conjurador, es un arquero, no sabe gran magia...

- ayúdalo entonces, pero no pierdan mucho tiempo...

La sorpresa en su mirada me indicaba que estaba tan estupefacta como yo, no nos esperábamos algo como esto...

- toma mi mano - me dijo - repite después de mi.

comenzó a recitar un cántico suave, incomprensible, pero que poco a poco fue llenando mi mente... recordé aquellos momentos vividos, recordé todo aquello que me había hecho tan feliz, y así, sin haber practicado jamás magia alguna, recite mi primer hechizo de resurrección...

Para un conjurador esto es difícil... y era claro, que yo no era mago... el gasto de energía me superó... sentí como mi cuerpo caía, sentí la yerba rozar mi cara... sentí como mis parpados, lentamente se cerraron...

Por última vez.

Un hechizo de amor, dos sacrificios y el esfuerzo y la valentía... era suficiente...

Meylin se levantó, tomo el medallón, lo baño con la sangre, lo lanzo al aire y con la gema del demonio conjuro una bola de fuego que lo hizo estallar en mil pedazos...

Luego se derrumbó...

- mi amor- dijo llorando sobre mi cadáver.


(Continuara...)




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