sábado, 12 de septiembre de 2009

Capitulo 3 - visiones

Me permito dedicar este capitulo a Mig Rog,
por ser un genial amigo.
Saludos we


Tras varias semanas de práctica con la ayuda de Anyelis mi fuerza se había triplicado, fácilmente. Tenía una puntería envidiable, si es que algún tirador de mi escuadrón seguía vivo...

- Anyelis, que ha pasado con syrtis, cuando voy a saber cómo están las cosas en el reino?

- no falta demasiado, pero aun debes ver algunas cosas. Ya tienes fuerza suficiente, pero te falta comprensión...

- ya me gustaría poder comprender lo que está sucediendo.

- quiero que veas algo - Dijo - es importante

Entonces puso sus manos a los lados de mi cara y vi todo como en un sueño, campos enteros cubiertos de nieve, y un pequeño uthgar, aprendiendo a usar un mazo... cuartos oscuros donde mujeres ignitas eran violadas continuamente, de nuevo vi la cara de la reina ignita, y escuche su nombre, hasta entonces desconocido para mi... Maryan...

Vi también como la luna se levantaba sobre una montaña enorme y una joven bruja practicaba su magia, a la medianoche con los jóvenes lobos de las montañas alsirias... y cómo otra bruja, una elfa, me saludaba sin decir una palabra, aunque de inmediato la imagen se desvaneció y no pude ver su rostro.

- como lo haces?

- que cosa?

- hacerme ver esas cosas... como pones imágenes en mi mente? y de donde las sacas?

- ponerlas en tu mente es fácil, solo debo dejarte ver lo que llega a mi... pero el cómo llegan a mi es algo más difícil de explicar.

- creo que podre seguirte.

La mujer suspiró y se sentó en el suelo, junto a una enorme raíz de un árbol, parecía algo apesadumbrada.

- Hace realmente mucho tiempo, antes de que nacieras. Yo era una conjuradora inexperta, servía al ejercito syrtense... así como tú ahora... pero llegó el día en que mi magia alcanzó su máximo nivel, entonces se me envió a la zona de guerra, a cuidar de nuestros soldados. Un día tuve que hacer un pacto, con los espíritus. Daría mi vida a cambio de la vuelta de alguien a quien quisiera de verdad. Pero la muerte no es algo que se burla muy fácilmente... así que fui despojada de mi vida... y mi esencia viviría más allá de los límites de mí ser, en cada una de las personas que volvieron de la muerte. De esa forma obtengo parte de mis visiones, observando a través de los ojos de las personas que llevan una parte de mí...

- y la otra parte?

- solo es una facultad que me dieron temporalmente... es necesario.

- pero... como es que estas aquí si estas muerta?

- un sabio dijo que el hombre es dueño de lo que calla y esclavo de lo que habla, pero creo que también termina siendo esclavo de sus propias decisiones... muchos son los motivos por los que los espíritus decidieron que debía volver, tengo una misión que llevar a cabo.

- y como es que puedes ver lo que pienso?

- eso es otra historia... hay algo más allá de este mundo que nos une, pequeño Belnazzar, es nuestro Ush-Er...

- y eso que es?

- el ush-er es el ser que nos da un alma, es aquel que nos guía por los senderos que solo él conoce... Belnazzar, nuestro Ush-er es el mismo, eso nos une, por eso puedo saber tantas cosas de ti, estamos unidos mas allá de este mundo.

- pero entonces yo podría ver lo que tú piensas también, o no?

- de hecho acabas de hacerlo, viste las imágenes cierto?

- oh si, pensé que era magia.

- lo es, pero no es mi magia, es el universo, que nos une.

- así que mi gran amiga hechicera tiene un pasado, no te imagino joven e inexperta.

- oh jajaja sí que lo era, pero muchas cosas han influido para que cambie mi magia.

- muchas cosas? como cuales? por cierto... qué edad tienes? hablas como una anciana y te ves apenas mayor que yo...

- para habitar este mundo le dieron un cuerpo un poco mejorado a mi esencia... además los elfos no envejecemos nunca de todas maneras.
Escuché unos pasos que se acercaban rápidamente, y el sonido de un hechizo de cautela al activarse... monté una flecha y tensé mi arco de inmediato.

- tranquilo, es amigo. Estamos en el bosque de elther, acá suelen venir a matar animales.

- oh si, cierto.

Era un bárbaro, algo mayor que yo, se veía que los semi elfos si envejecíamos.

- hola Mig, como va todo?

- Que onda, acá bien, vengo a matar unos bichos a ver qué provisiones logro encontrar, se avecina una época difícil.

- ni que lo digas viejo, dale no te detengo, nos vemos luego.

- Rato we, nos vemos.

Noté que Anyelis no estaba cerca, se había alejado lo bastante para no ser vista, y me esperaba atrás de un árbol.

- hace mucho que no lo veía a Mig - dijo en cuanto me acerqué. - ha crecido.

- lo conoces?

- conocerlo? je. Si, le conozco, bastante la verdad... crecimos juntos. Pero no es un tema para este momento, estaba por decirte que debemos partir, tenemos cosas que hacer en la zona de conflicto.

- bien entonces, hagamos lo que tengamos que hacer, has logrado captar mi interés.

- jajajaja eres gracioso, y eso que aun no sabes ni la décima parte de lo que se avecina, pero ya verás. Mañana en la noche no solo tendremos un hogar, sino que tú tendrás además un motivo para protegerte y proteger a alguien más.

- a ti?

Me miró fijamente.

- dime sinceramente, parezco necesitar tu protección?

- bueno, bueno, no hace falta ser pesado. Está bien, esperaré a que el destino sea develado- dije con vos misteriosa y vi como esbozaba una sonrisa.

Y caminamos de nuevo, rumbo a la zona de guerra, rumbo a nuestro destino.

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