Caminamos hasta llegar a la muralla, los guardias estaban en sus puestos, como siempre, cosa rara, ya no eran necesarios. No les prestamos atención, cruzamos hacia adentro y seguimos adelante ignorando los mercaderes que atosigaban la única entrada al reino.
- Cada día son más fastidiosos, parece, y eso que no veníamos desde hace semanas. - Dije.
- OYE TU! te vendo este arco, es largo míralo, y tiene un buen aumento de daño, te lo doy por 50 Magnanitas.
El pequeño mercader me miraba ansioso, no sabía de qué me hablaba. Yo solo sabía comprar con oro,
- magnanitas? que es eso?
El pequeño viejo rió y se alejo, burlándose.
Detuve a un guerrero Joven que se acercaba desde Raeraia, y le dije, oye, me explicas que es eso de las magnanitas?
- son rocas mágicas señor, tienen muchas propiedades y sirven para fabricar armas muy poderosas, las descubrimos hace poco.
- y las usan como moneda corriente ahora?
- así es, señor, el oro solo sirve con los mercaderes comunes, esta gente comercia con magnanitas.
- ah, ya veo, bien muchas gracias... cómo te llamas?
- mis amigos me dicen el barbero - dijo, sonriendo, mientras cruzaba hacia la zona de guerra... obviamente era un bárbaro.
Seguimos hacia el valle de arvanna, pasamos por un costado de Raeraia, Rajemus parecía emocionado de ver una ciudad syrtense.
- oh! esto ess muy diferrrente de Alsius! - dijo, manejando rudimentariamente nuestro lenguaje y sin poder ocultar su acento.
- supongo que si pequeño, como es alsius? - dije.
- oh es herrrmoso, Hay muchas cumbrrres, y siemprrre esta nevado!, aunque el frrrio es insoporrrtable jajajaja.
Luego de conocerlo resultaba simpático, era joven, entre 16 y 17 años. Había aprendido algunos trucos de cacería, pero necesitaba más entrenamiento, después de obtener lo que necesitábamos lo llevaría a Doshim para que aprendiera lo que necesitara con el entrenador de la ciudad. Bien podía hacerse pasar por alturian, ya que era humano, sin rastros de la barba de un enano o pezuñas...
Llegamos al valle, Anyelis que iba adelante con Climene se detuvo. Me dijo:
- Bel, Vesper no está. Tendremos que esperar hasta que aparezca.
- no importa, esperaremos.
No tuvimos tiempo de descansar mucho, el dragón apareció de la nada, descendió en el valle, y al vernos avanzo hacia nosotros amenazadoramente.
- AGRUPENSE! - gritó Anyelis.
Lo hicimos, ella conjuro aquel escudo con el que nos había defendido antes, y una bola de rayos del dragón la golpeo, haciéndole daño, que aunque leve la dejo sin protección.
Yo tensé mi arco, lance un proyectil arcano que detuvo con un ala... definitivamente era imposible vencerlo nosotros solos, aunque escuche. "solo necesitamos su sangre, no matarlo" pude identificar el pensamiento de Anyelis en mi mente. Así que apunte de nuevo, pero algo me asusto, rajemus avanzaba hacia el dragón con cautela, lo ataco, débilmente, pero logro lo que quería, el dragón volteó hacia él.
Se alzo en vuelo, trataría de aplastarlo.
- Rajemus, NO!!!
- atacarrrlo!!! Toma su sangrrre!!!!!!! AHORRRA!!!!!
No entendí lo que pretendía, pero ataque al dragón, aprovechando la parte del cuerpo que no cubrían sus alas, la flecha se clavo entre las escamas y un poco de sangre del dragón cayó en el suelo... Climene Avanzó y pude ver como el dragón caía con todo su peso al lado de rajemus, un poderoso ataque de pisada, pocos sobrevivían...
pero Rajemus se alejo corriendo y sonriendo, sin haber recibido daño alguno... el dragón trato de seguirlo, pero chillo al sentir como Climene tomaba la flecha ensangrentada de su pata y se alejaba, trato de seguirla, pero Anyelis conjuro una ráfaga de viento que lo obligo a alejarse lo suficiente para que pudiéramos correr... hasta quedar fuera de su alcance.
- LA PUTA MADRE!!! MUCHACHO DEL CARAJO! QUIEN TE DIJO QUE PODIAS PARTICIPAR!!!!!!!!!! - grite a Rajemus, fuera de mis cabales.
- Perrrdon, es que asi serrria mas fácil.
Anyelis se acerco a mí, me dijo, despacio.
- déjalo, hizo muy bien, la represalia es uno de los poderes mas útiles de los arqueros, por eso el dragón no le hizo daño. Que tú no lo sepas hacer no quiere decir que los otros no sepan, el niño hizo un buen trabajo, nos lo facilito mucho.
- se, bueno, como digas...
Como tirador no tenía mucha experiencia en trucos, así que desconocía por que el muchacho no había sido herido, pero había que admitir que fue una buena jugada.
Luego de haber descansado continuamos, debíamos ir a Doshim, y dejar a Rajemus con el Entrenador. Para luego volver a la Zona de guerra y Buscar a la maga elfa, y destruir la ánbiola de una vez por todas. Ya estaba anocheciendo.
- nosotras esperaremos aquí - dijo Anyelis a Climene y a mi - Cuidaremos a Meylin mientras tu llevas al muchacho.
Asentí, mire a rajemus y le dije - Vamos.
El no cabia de contento, se le notaba, aunque un defecto que siempre tendría es que era muy nervioso... pero siendo cazador, esto era favorable.
Al llegar a Doshim recordé a mi viejo amigo Onarion, así que decidí pasar por la Taberna... aunque nunca esperaba encontrarme semejante cambio.
Las mesas habían sido movidas y un pequeño espacio había sido abierto en el medio del salón, las luces apagadas y una muchachita bailaba en el espacio abierto, pobremente vestida, mientras los que estaban más cerca la miraban, deseosos.
Me acerqué a la barra y hable al que estaba atrás.
- Hey que es esto? que paso con Onarion? tu quien eres?
- ehm, soy solo un encargado, Monsieur Francesco, el dueño, no está en este momento, no sé de quién me está hablando.
Era obvio que la taberna había cambiado de dueño, tal vez Onarion se había mudado a Fisgael, después me preocuparía por eso...
Dos golpes fuertes se escucharon, Rajemus estaba en medio de la sala y se enfrentaba a uno de los hombres a golpes, me acerque para ver lo que pasaba, cuando el muchacho arremetió contra él, lanzándolo lejos, era solo un mago, pero los dos guerreros que lo acompañaban lo sometieron fácilmente.
- ahora que hiciste muchacho? - pregunté
- ese brrruto quiso aprrrovecharse de ella! - dijo enfurecido - no pensarrras que lo permitirrría!
Señalaba al mago, no muy viejo, pero más verde que el ejercito syrtense.
Uno de los guardias entró. - que está pasando aquí?
- ese muchachito está dando problemas - dijo el tabernero sin pensárselo dos veces.
- bien, detenido por atentar contra el orden, al calabozo!
- Hey! - dije - espera un momento, el viene conmigo! es un niño nada más!
- bien, los dos al calabozo, usted debe hacerse responsable por los actos de él.
Miré a Rajemus, dije por lo bajo para que no me escuchara - la puta madre...
Caminamos con el guardia hasta el calabozo cerca del muelle de Doshim, una celda fría y húmeda nos esperaba, y una noche muy larga.
Luego de un par de horas, le misma chiquilla de la taberna paso cerca, venía a hablarnos...
- hola - dijo.
- Hola - le respondimos al tiempo, rajemus y yo.
Rajemus se levanto y se acerco a los barrotes, para verla de cerca.
- hola... gracias por defenderme de ese viejo... perdón por esto. - dijo.
- no te prrreocupes, estas bien? no te hizo nada ese brrruto?
- no, estoy bien, estoy acostumbrada.
- como te llamas - increpé a la muchacha.
- Ile Winnyfred. Y vos? - dijo, dirigiéndose a Rajemus.
- el es Rajemus, y yo soy Belnazzar. Y vos harías bien en ir a tu casa muchacha y buscar un trabajo más favorable.
- Ile, que bonito nombrrre, es un gusto conocerrrte.
Genial, pensé, ahora Rajemus se enamoro de la puta... que pendejo loco.
La muchacha se fue, Anyelis, Meylin y Climene nos esperaban en el bosque cercano, pero tendrían que esperar hasta el día siguiente.
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